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jueves, 26 de noviembre de 2009

TSUNAMIS Y TORNADOS

TSUNAMIS

Tsunami significa literalmente gran ola en el puerto y se trata de una ola o un grupo de olas de gran energía y tamaño que se producen cuando algún fenómeno, normalmente un terremoto, desplaza una gran masa de agua. La energía de un tsunami depende de su altura y de su velocidad. Este tipo de olas remueven una cantidad de agua muy superior a las olas superficiales producidas por el viento. Estos terremotos se suelen producir a unos 4.000 m, por lo que generan olas que pueden llegar a desplazarse hasta 700 Km/h. Esta profundidad también implica que las olas puedan viajar miles de kilómetros de distancia sin perder apenas intensidad, reduciéndose su magnitud sólo cuando se aproximan a la costa, al disminuir la profundidad del océano. A su vez, la energía de los tsunamis se mantiene constante durante su desplazamiento, de modo que al llegar a zonas de menor profundidad, por haber menos agua que desplazar, la velocidad se incrementa desmesuradamente, llegando a producirse olas de hasta 30 m. Muchos se suelen producir en zonas próximas a la costa por lo que no hay tiempo suficiente para su detección y posterior evacuación. Otro tipo de olas que son capaces de adentrarse en la costa son la producidas por huracanes y temporales, pero al ser producidas por el viento, su intensidad decrece rápidamente al introducirse tierra adentro. Las olas de marea, producidas por la falta de balance oceánico debido a la atracción gravitacional de la Luna y Sol sobre la Tierra, también pueden llegar a alcanzar grandes alturas y corrientes, si se producen en lugares estrechos y de fuerte desnivel.
Uno de los tsunamis más antiguos que se conocen surgió en torno al año 1650 a.C. y se produjo por la explosión de la isla volcánica de Santorini que generó olas de más de 100 m que destruyeron al completo la ciudad de Teras (Creta). Se cree que sus dramáticas consecuencias fueron el origen del mito de la Atlántida, y del éxodo israelí de Egipto descrito por la Biblia.
Uno de los tsunamis más devastadores se produjo en el Océano Índico en el año 2004 y causó más de 250.000 víctimas. Las zonas más afectadas fueron Indonesia y Tailandia, aunque los efectos también se notaron en India, Sri Lanka, las Maldivas e incluso Somalia, en el Este de África, a 4.100 km al oeste del epicentro. Este tsunami se originó como consecuencia de un sismo submarino con una magnitud de 9.2, el quinto terremoto más fuerte de la historia moderna.
Para evitar desastres como este, muchas ciudades alrededor del Pacífico, sobre todo en Japón, Chile y en Hawai, disponen de sistemas de alarma y planes de evacuación en caso de una tsunami peligroso. Diversos institutos sismológicos de diferentes partes del mundo se dedican a la previsión de tsunamis, y la evolución de éstos es monitorizada por satélites. El primer sistema, bastante rudimentario, para alertar de la llegada de un tsunami fue puesto a prueba en Hawai en la década de 1920. A pesar de esto la predicción de tsunamis sigue siendo poco precisa, aunque se puede calcular el epicentro de un gran terremoto subacuático y el tiempo que puede tardar en llegar un tsunami, es casi imposible saber si ha habido grandes movimientos del suelo marino, que son los que producen tsunamis. Como resultado de todo esto es muy común que se produzcan falsas alarmas. Además, ninguno de estos sistemas sirve de protección contra un tsunami imprevisto.

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